Agricultura vertical: vegetales a la carta ultra-locales

Vivimos en un planeta donde el 33% del suelo se encuentra degradado por la erosión. Y según la FAO, el futuro que nos espera no se presenta mejor: en 2050 se perderá un 10% del rendimiento agrícola actual debido a este factor. Pero hay una esperanza: la agricultura vertical.

Estamos en un futuro próximo. A Jorge, le suena el despertador a las 7.30 horas de la mañana. Como todos los días. Con pereza se levanta de la cama, desayuna y se prepara para salir por la puerta para afrontar un nuevo día.

La vida le ha permitido trabajar en lo que le gusta: la agricultura. Sin embargo, desde hace unos años, las pocas tierras de cultivo fértiles que quedan en el planeta se destinan a explotaciones de frutales y a aquellos cultivos de los que se obtiene un producto de alto valor. Pero Jorge, no se encamina hacia una de estas explotaciones enclavadas a cientos de kilómetros de las grandes urbes. Él se encamina hacia la ciudad. Concretamente hacia el Sector 11 de la ampliación de Madrid.

Entre fábricas de diversa índole, se levanta otra factoría más. Pero una factoría que en su interior alberga un corazón verde y lleno de vida. Una de las más grandes factorías vegetales de España.

Jorge, llega a su taquilla. Comienza la rutina para acceder a su puesto de trabajo. Se desviste, se pone la vestimenta que le acompañará durante su jornada laboral, la cual le confiere un aspecto de cirujano: bata blanca, pantalones verdes claritos, los zuecos que en su momento puso de moda Frank de la Jungla, mascarilla, guantes y gorro.

Muchos pensarán que es una vestimenta un poco extravagante para trabajar produciendo vegetales. Pero en estas fábricas la asepsia debe ser completa, ya que el consumidor exige la mayor seguridad alimentaria y la mayor trazabilidad posible.

Por si todo esto fuera poco, nuestro protagonista, antes de entrar a lo que parece un invernadero gigante, pero en el interior de un edificio, en medio de unas de las ciudades más grandes de Europa, debe pasar por otra fase: la desinfección. Ahora sí, se abre la puerta y accede a una jungla de vegetales comestibles que se extiende en las 3 dimensiones. 1.000 m2 de planta, y 20 plantas de altura, cada una destinada a un cultivo: tomate, lechuga, acelgas, etc.

Como él, otros 19 técnicos (una por cada planta) realizan la misma rutina diaria, antes de introducirse en esta selva, donde la luz procede de LEDs dan a su interior un aspecto más cercano a esas películas de exploración espacial, que a un invernadero de la huerta de Europa, allá por Almería.

Comienza el día para estos 20 trabajadores, que llegan a producir hasta 150 toneladas anuales de alimentos que se distribuyen de forma local, con el novedoso sello de “Alimento Ultra-Local” creado este mismo año…

¿Crees que esta visión está lejos de nuestra realidad? Pues deberías saber que Panasonic posee una de estas fábricas vegetales con una producción de 80 toneladas de lechugas al año, o que AeroFarms ha construido la mayor granja vertical del mundo en Nueva Jersey con 6.500 metros cuadrados donde se producen más de 900 toneladas de vegetales de hoja al año (como se puede ver en el siguiente vídeo en 360º). O incluso hay un proyecto en Chicago para construir una de estas mega-granjas urbanas con una superficie de 8.300 metros cuadrados.

La agricultura indoor ya está entre nosotros y durante los próximos años solo veremos crecer esta tendencia. Por eso, vamos a ver las claves de esta nueva agricultura urbana.

Claves económicas y perspectivas de futuro

En el último encuentro de Seed&Chips celebrado este año, la agricultura vertical destaco como una de las tendencias más claras en la producción de alimentos para los próximos años.

Esto lo demuestra el estudio de Markets And Markets, donde pronostican que en 2022 este nuevo segmento de la producción de alimentos alcanzará un valor de casi 5.000 M€, experimentando un crecimiento del 24,8 % desde 2016.

¿Cuáles son las claves del crecimiento de la agricultura vertical?

• Menos tierra fértil disponible para producir alimentos para una población creciente
• Tecnología LED e hidropónica cada vez más barata
• Mercado en crecimiento en economías emergentes de Asía y el Pacífico
• Además, el consumidor, cada vez más concienciado con el medio ambiente, exigirá alimentos sin productos agroquímicos y ultra-locales, alimentos que proporcionan las granjas indoor.

Por si esto fuera poco, las grande mentes tecnológicas de este siglo, como Jeff Bezos, han invertido grandes sumas de dinero en StarUps dedicadas a construir las granjas del futuro.

Posibilidades de la agricultura vertical: vegetales a la carta

La agricultura indoor, no solo permite aumentar la producción de alimentos entre un 40-100%. Además, consigue esa producción con menos agua, menos agroquímicos y menos necesidad de mano de obra, aunque más cualificada.

Otra de las ventajas de este tipo de agricultura disruptiva es la posibilidad de automatización completa e integración con Big Data, lo que la hace más sostenible y optimizada. Además, las cosechas que se obtienen son más homogéneas, disminuyendo el desperdicio alimentario, y permiten tener varias cosechas al año.

Y por si esto fuera poco, nos da otra clave esencial y característica: la posibilidad de no depender de las condiciones externas al cultivo. O como lo llama Eduardo Castelló (ingeniero informático en el MIT): se consigue democratizar el clima.

Esto abre un abanico de posibilidades amplio. Desde poder transferir datos climáticos favorables al cultivo a una granja vertical construida en zonas inhóspitas para la agricultura tradicional. Hasta la posibilidad de crear las recetas climáticas del futuro para investigar cómo se desarrollarán las plantas y prever el impacto del cambio climático hoy.

La posibilidad de este control total tanto del clima como del suelo donde crecen los vegetales, nos permite crear “vegetales a la carta”, como apunta Irving Fain, CEO de Bowery Farming. Así, modificando el sustrato o los datos climáticos, podríamos hacer que un cultivo creciera más rápido, o que expresara un perfil nutricional diferente, o incluso que mostrará unas características organolépticas diferentes a del cultivo tradicional.

¿Agricultura vertical en Europa?

En este artículo de HorticulturaBlog, nos dan las claves para responder a esta pregunta. El potencial de la agricultura vertical en Europa, se ve mermado por el peso que aún tiene la agricultura tradicional en el viejo continente.

Además, el alto precio inmobiliario se sumaría al alto coste actual de las tecnologías necesarias para la creación de estas factorías vegetales.

Todo esto hace que el único marco donde la agricultura vertical encajaría en Europa, sería el destinado a crear alimentos de alto valor añadido con las etiquetas de Ultra-Local y Premium (¿el sector de la 4 gama Premium tal vez?).

De hecho, el primer paso para que el consumidor europeo, más tradicional, viera estos alimentos con buenos ojos (además de bajar el precio, factor que pasa por el abaratamiento de las tecnologías necesarias), sería potenciar y tecnificar la agricultura periurbana y urbana.

Sin embargo, si existen experiencias de agricultura vertical en Europa. Grandes experiencias. Como la granja vertical situada en el Eindhoven High Tech Campus y dirigida por Gus van der Feltz. Una explotación vegetal de 900 m2 de superficie, pero que en vertical equivale a 3.000 m2. En esta granja, los vegetales y las condiciones de crecimiento (clima y solución nutritiva) están monitorizados constantemente, y una instalación de LEDs que trabajan en el espectro UV-infrarrojo, optimizan sus longitudes de onda para que la fotosíntesis de las plantas vaya “a toda máquina”. Esto ha llevado a esta granja indoor, a tener cosechas cada 30-40 días, cuando lo normal en el exterior sería cosechar cada 60-65 días.

El caso español: la agricultura de estar por casa

En España, una de las StarUps que más me han llamado la atención y que están asentando el futuro de la agricultura vertical nacional es Niwa, y su concepto de agricultura al alcance de todos.

Niwa ha creado un invernadero del tamaño de una maleta y conectado a internet, lo que permite al usuario instalarlo en casa, y controlarlo desde su Smartphone. Por si esto fuera poco, desde su servidor puedes descargar las condiciones idóneas para un determinado cultivo, y comenzar desde ya a ser tu propio agricultor.

Lo más destacable de esta tecnología es la facilidad de ser escalable, lo que significa que lo que ahora ocupa el tamaño de una maleta, podría llegar a ocupar el tamaño de contenedor de mercancía, o un invernadero entero.

Otro proyecto interesante al que hay que seguir para ver los avances de la agricultura vertical en España es Fertilecity Project, y nos lo cuentan en su vídeo:

Una vuelta de tuerca más: el futuro de la agricultura vertical

Siendo aún una tendencia en todo el mundo, ya hay empresas que están desarrollando nuevas tecnologías y/o conceptos para la agricultura vertical del futuro.

Así, tenemos interesantes integraciones productor-distribución, enclavando estas factorías vegetales en las cercanías de supermercados, en las azoteas o incluso en los propios lineales.

Gracias al desarrollo de nuevos paneles fotovoltáicos transparentes y rosados, nos permitirían construir granjas verticales donde la luz pudiera provenir del sol o de LEDs, y fueran autosuficientes, generando su propia energía.

Y por último, un paso más hacia la automatización total, con la introducción de robots que podrían gestionar, desde la semillas hasta el packaging, la producción total de una de estas factorías, o incluso desarrollando aplicaciones basadas en inteligencia artificial y realidad aumentada para dar asistencia a los productores.

De momento habrá que esperar y ver cómo se desarrolla esta tendencia, pero quien sabe, lo mismo nuestra ensalada en 2050 se produce a la vuelta de la esquina.