El comercio hortofrutícola ha cambiado durante los últimos años. Sin embargo, los cambios que se experimentarán durante los próximos años serán mayores y afectarán a todo el sector. ¿Soportará la cadena hortofrutícola estos cambios?
La resiliencia es la cualidad por la que las personas se sobreponen a hechos traumáticos o cambios bruscos en sus vidas. Si pensamos en el sector hortofrutícola español como una persona, vemos que su resiliencia está muy lejos de lo deseable.
Sí, se ha conseguido superar ataques y la puesta en duda de su calidad (la crisis del pepino sigue resonando en el sector), sin embargo, aún está lejos de superar el varapalo del veto ruso, y sobre todo de mejorar los precios al productor debido a diversos factores: años climáticos desfavorables, bajada de rendimientos debido al cambio climático y cambios en las tendencias del consumidor.
Hay trabajo por hacer, y sobre todo factores que analizar y meditar, para poder pasarlos de amenazas a oportunidades. Por eso, traigo esta entrada de blog donde realizó un repaso de las tendencias a las que hay que estar atento si eres un profesional de la cadena hortofrutícola. Tendencias que el informe editado por Fruit Logística “Comercio hortofrutícola 2025” recoge de forma más ampliada aquí:
Tendencias que abarcan toda la cadena, y que si el sector acoge con los brazos abiertos, nos situarán en una posición fuerte para competir en un mercado de frutas y hortalizas cada vez más globalizado.
El consumidor marca las tendencias
El inicio de la cadena hortofrutícola es sin duda el agricultor. El produce los alimentos que llegarán a los lineales y que comprará el consumidor. Consumidor que se encuentra al otro extremo de la cadena, lejos de la producción (tanto físicamente como mentalmente). Sin embargo, es este último eslabón el que marca las tendencias y el que tendremos que analizar para saber que demanda, como lo demanda y cuando lo demanda.
Por tanto veamos que quiere ese consumidor, y como podemos escucharle.
Los nichos son la clave
Vivimos en una sociedad de nichos. Hace unas décadas la sociedad se dividía en baja, media y alta según su poder adquisitivo. Sin embargo, en la actualidad esta clasificación es incompleta, ya que existen numerosos grupos sociales que demandan productos específicos: hípsters, veganos, flexitarianos y un largo etcétera.
Aquí tenemos la primera consecuencia: nuestro consumidor según su grupo social demanda un producto, por lo que nos tenemos que dirigir hacia la individualización de productos. Fijarnos en nuestra buyer persona, descubrir que quiere y dárselo.
La sociedad más longeva de la historia
Gracias a un mejor acceso a los alimentos, a los avances médicos y a tomar conciencia de que este cuerpo que habitamos tiene una vida finita, los consumidores llevan al extremo la expresión de Hipócrates “Que tu medicina sea tu alimento, y tu alimento tu medicina”.
El consumidor busca cada vez más productos saludables, que tengan características casi medicinales y de prevención. Así, hemos comprobado que cada vez más surgen nuevos super-alimentos, se desarrollan alimentos funcionales o se retoman dietas que se presuponen más sanas.
El sector hortofrutícola tiene una oportunidad inigualable, ya que si los productos que salen de nuestras huertas no son super-alimentos ¿qué lo son?
Lo natural en auge
Esto puede ser una consecuencia de lo anterior. Sin embargo es una tendencia por sí sola, ya que, cada vez más se demandan productos naturales, frescos y con un origen que respete el medio ambiente.
Nos hemos dado cuenta del que el mundo se va al “garete”, y queremos aportar nuestro granito de arena. Y eso significa que compraremos antes un tomate que se ha producido con técnicas sostenibles, que uno que no sabemos cómo se ha obtenido.
Lo que nos lleva a la siguiente tendencia…
Mayor transparencia en origen
El consumidor quiere saber cómo y dónde se produce la comida que se lleva a la boca. Por tanto, el consumidor lo que está exigiendo es una trazabilidad desde el campo a la mesa. Y no solo eso, además quiere conocer la historia, ya no del producto, sino de la gente que lo produce.
Tenemos que apoyarnos en el productor hortofrutícola para contar la historia de nuestro producto, y sobre todo saber comunicarla de tal forma que se enamore al consumidor.
Y no pensemos que el consumidor esta desinformado, ya que…
Somos una sociedad hiperconectada
Todo el mundo tiene a su alcance una ventana al resto del mundo. Ya sea a través de su Smartphone o su fibra óptica, nos encontramos con un consumidor cada vez más informado.
Esto tiene dos visiones. Por un lado ofrece al sector hortofrutícola oportunidades de venta casi infinitas. En la otra cara, el consumidor puede saber en cada momento si lo que le contamos es verdad. Internet en general, y las redes sociales en particular, son un fantástico tablón de opiniones en el que todos podemos informarnos sobre un determinado producto, o incluso preguntar a otros usuarios.
Y a quien creéis que hará más caso ¿a un departamento de marketing que le intenta vender su producto, o a una persona como él?
Además, no debemos perder el foco de quien es nuestro cliente futuro: los Millenials y la Generación Z. Generaciones digitales que no tienen miedo a comprar por internet. Y esto nos da otra oportunidad: contacto directo con nuestro cliente: saber su inquietudes, posibilidades de fidelización, etc.
Nuevas tecnologías para hacer frente a las tendencias del sector hortofrutícola
Lo que tenemos que tener claro es que hay nuevos actores en el sector agroalimentario general que vienen con disrupciones bajo el brazo. Estos nuevos actores no solo son startups, también son grandes empresas puramente tecnológicas:
- Google: ha comenzado a producir alimentos en contenedores de mercancías. Granjas portátiles que se pueden instalar allí donde se necesiten.
- Amazon: con la compra de Whole Foods, Amazon entra a lo grande en el sector de los frescos, un sector que parecía que se resistía al gigante del e-commerce. Pero no nos quedemos solo hay, Jeff Bezos ha invertido grandes sumas de dinero en “Vertical Farming”.
- Fujitsu y Panasonic: han creado verdaderas factorías vegetales dentro de ciudades, con mínima mano de obra y alta tecnología.
- IBM: acaba de sacar una aplicación basada en Blockchain para asegurar la seguridad de los productos de la cadena agroalimentaria.
- Bosch y Bayer: robótica de alta precisión para hacer el trabajo del agricultor más sostenible y productivo
- Philips: fuertes inversiones en su división de iluminación para vegetales.
- Diferentes startups están apostando por la genómica para crear alimentos personalizados.
Con este vistazo general, ya vemos ciertas tecnologías que dan solución a las tendencias analizadas anteriormente:
Genómica y nuevas técnicas biotecnológicas
Diferentes startups están dando grande avances en los que serán las técnicas biotecnológicas del futuro. Y con ello se están abriendo un abanico de posibilidades en crear alimentos personalizados, con características únicas y que de verdad sean nuestra medicina preventiva.
Blockchain para asegurar la trazabilidad
Se está comprobando lo útil que es el Blockchain para asegurar la trazabilidad de las operaciones bancarias. Y muchas empresas se han preguntado ¿por qué no hacerlo para asegurar que el consumidor este informado de lo que se lleva a la boca?
Agricultura 4.0 basada en datos
Los datos son el futuro. El Big Data no solo hace que el agricultor sea más preciso en sus tratamientos o tenga un control casi total de su explotación y los factores externos. También se pueden hacer uso para integrar toda la cadena.
La información puede viajar rápidamente desde el punto de venta hasta el productor y así ajustar la producción, con la consiguiente reducción del desperdicio alimentario.
Agricultura vertical o el producto de Km.0
La agricultura vertical está surgiendo como una tendencia y una vía de entrada para grandes empresas. Productos que aseguran una asepsia total, grandes cosechas semanales, posibilidad de integración con energías renovables, y sobre todo, obtener el alimento de Km.0 verdadero muy demandado por el consumidor.
Packaging 100% sostenible
Dentro de la búsqueda de esa sostenibilidad, se están invirtiendo grandes sumas de dinero en desarrollar nuevos envases biodegradables y respetuosos con el medio ambiente. Así aparecen los bioplásticos, envases con nanotecnología que dan mucha más información al consumidor, convirtiendo el envase en un elemento inteligente.
Incluso se está estudiando el desarrollo de envases que mantengas a los alimentos vivos, para satisfacer la demanda de frescura del eslabón final de la cadena.
De la huerta a tu mesa las 24 horas del día
Con la entrada de líderes mundiales de e-commerce, y sus propuestas de envío en horas, enlazado con el desarrollo de la logística de drones y vehículos autónomos, el consumidor podrá realizar sus pedidos, mediante intermediario o directamente al productor hortofrutícola, las 24 horas del día y recibirlo cómodamente en su casa pasadas escasas horas.
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