Esta semana tenemos una nueva visita en La Huerta Digital, un joven agricultor de Jaén, finalista del Premio Joven Agricultor de ASAJA 2020, y activo en redes sociales en su cuenta @conde_onde. Os dejamos con su entrevista, y su manera de ver esta profesión, que llena nuestras despensas a diario.
¿Quién es Antonio Conde?
Joven agricultor apasionado de la naturaleza, evocado por la Sierra Sur de Jaén, dedicado profesionalmente a la investigación y al desarrollo de nuevas metas para la agricultura y el medio ambiente, como reciente graduado en Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural en la ETSIAM por la Universidad de Córdoba. Digo reciente porque hace tan solo 5 meses que acabé mis estudios, y seguidamente comencé mi labor como Graduado en la Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos, con tareas muy diversas en los ensayos demostrativos de los diferentes proyectos involucrados, desde la recogida de muestras en campo, tratamiento de datos, evaluación y redacción de informes, hasta organización de congresos y jornadas de campo para agricultores y personal técnico-científico.
Se le une una gran dedicación a las labores que conlleva los diferentes cultivos de las explotaciones familiares que se encuentran en el término municipal de Castillo de Locubín (Jaén); y digo cultivos diferentes porque tenemos el terreno disponible de la manera más diversificada posible, donde podemos encontrar olivar, cerezos, almendros, pistacheros, ciruelos, melocotoneros, manzanos, además de una huerta en la vega del río San Juan, con todo tipo de hortalizas de temporada, incluyendo un invernadero para tomates y pimientos de gran diversidad de variedades.
Dos factores se unen para hacer una persona grata, inquietud y el hacer las cosas bien, esto hace que diariamente esté buscando nuevas metas y nuevas formas de aprender, para formarme profesionalmente y para ello me gusta estar al tanto de todo lo que pasa en el sector agrícola y en todas las actividades que este conlleva, por ello dispongo de una cuenta de Twitter, como medio de comunicación. A través de esta red, consigo ver noticias y publicaciones de los posteriores cursos online y presenciales de diferentes categorías, agricultura, agricultura de conservación, huella hídrica, Big Data, sanidad vegetal, teledetección, etc. que realizo cuando el tiempo me lo permite.
Antonio… ¿por qué decidiste ser joven agricultor? ¿Qué barreras has tenido que superar para ser agricultor?
Vivir a pleno pulmón lo que supone la agricultura y el vivir de ella, te enorgullece 20 años después de que tuviera uso de razón, y dar las gracias a mi familia por darme a conocer lo valioso que significa tener un trocito de tierra donde poder cultivar los imprescindible para vivir, y a partir de ahí seguir construyendo el futuro, y adquirir nuevas tierras para desarrollar la actual profesión como joven agricultor junto a toda una familia de agricultores y ganaderos.
A día de hoy pocas trabas se me ha interpuesto para desarrollar mi trayectoria como agricultor, todo lo contrario, la gente cada vez que me ve y me pregunta que a que me dedico siempre la primera respuesta es agricultor, mientras que mi carrera profesional por la que me he formado y he citado anteriormente es secundario. Por ello mi carrera profesional finalmente, puede resumirse, y ponerle un único título, donde ambas profesiones se compaginan sacándole mayor partido a los cultivos y como persona una gratificación mayor. A día de hoy, y hablando en un contexto político, no ha habido ningún problema en mi caso, siempre y cuando, todo esté en orden y ningún papel extraviado, y eso sí, sin ninguna trampa, es ahí cuando vienen los problemas con las ayudas y las subvenciones por parte del ministerio.
Profundicemos un poco más… ¿qué te aporta ser agricultor y trabajar en el campo? ¿Piensas que contribuyes de forma positiva a la sociedad?
Me siento muy valorado por la sociedad que se encuentra a mi alrededor, por las actividades que desempeño, y como a día de hoy no dejo de lado las tierras que tantos años han venido trabajando mis bisabuelos, abuelos y actualmente mis padres. Porque en cambio, muchos de mis amigos o compañeros de vida, por unas u otras circunstancias “al campo no van ni atados”.
Si es verdad que el trabajo en el campo es muy duro, donde tienes que estar de “luz a luz” como dice mi padre, si quieres tener la finca como “Dios”, pero como graduado, con una buena gestión de la explotación, puede ser un trabajo más, con un horario parecido al de un funcionario. Son muchas horas, como en plena recolección del olivar en pleno invierno, o en pleno verano la recolección de la cereza, donde las temperaturas y la meteorología adversa te castiga mucho y debes ser lo más eficiente posible para tener una mayor rentabilidad, todo ello se traduce a final de campaña, en una satisfacción múltiple por el trabajo bien hecho por las buenas decisiones tomadas, y no tan buenas, las cuales te hacen aprender para el siguiente año, porque para ello estamos, para seguir aprendiendo ya que la agricultura y la ganadería no es una ciencia exacta.
Ahora hablemos de tu día a día, en tu Twitter, vemos que eres activo y estás involucrado en proyectos de agricultura de conservación. Cuéntanos un poco más sobre este tipo de agricultura ¿Qué beneficios has podido experimentar en tu explotación? ¿Y para el medio ambiente?
Desde que comencé mis estudios en la universidad, empecé a involucrarme en temas de vanguardia relacionados con la agricultura, y a darle importancia a las redes sociales, como es este caso Twitter, para estar al día a día de todos los eventos, congresos, ferias demostrativas, cursos, noticias, y artículos, en definitiva otra forma de aprender y de formarse como ingeniero, por ello en mi cuenta, @conde_onde, actualmente aparecen desde entonces tareas llevadas en campo, asistencia a ferias agrícolas, eventos tecnológicos, proyectos en los que trabajo, curiosidades de la naturaleza, etc., una forma más de divulgación científico-técnica.
A día de hoy lo que más aparece en mi perfil, son temas relacionados con la agricultura de conservación, que decir, que estoy plenamente en contacto en su estudio en los diferentes proyectos que trabajamos en la AEACSV, tanto cultivos extensivos como cultivos leñosos. El objetivo de la agricultura de conservación es lograr una agricultura sostenible para el medio ambiente y rentable, basada en la aplicación de tres principios básicos: la no perturbación del suelo, la cobertura del mismo por restos vegetales en, al menos, un 30% de su superficie y la rotación de cultivos. Considerándose una herramienta efectiva para mitigar el cambio climático, debido al alto poder de secuestro de carbono en el suelo, y a la reducción de emisiones de efecto invernadero.
Las explotaciones familiares, destacadas por los cultivos leñosos, en especial el olivar tradicional, en zonas de medias y altas pendientes, superando en muchas ocasiones el 25% de pendiente, es aquí cuando la aplicación de los principios de la agricultura de conservación, proporciona las principales ventajas. En este caso, haciendo alusión al segundo principio de la A.C., implementamos cubiertas vegetales espontáneas en las calles del olivar, mejorando así la estructura del suelo, incrementando la materia orgánica, reduciendo la escorrentía del agua y la erosión del suelo, aumentando la infiltración de agua, incrementando la biodiversidad y por tanto aumentando el secuestro de carbono en el suelo. Con múltiples beneficios para la explotación y para el medio ambiente, reduciendo así las emisiones de gases a la atmósfera, mejorando así el ecosistema, lleno de biodiversidad.
¿En qué proyectos estas involucrado? ¿Con que asociaciones, empresas y centros de investigación trabajas?
Actualmente, como ya he citado anteriormente trabajo en la AEACSV, donde trabajamos y participamos en proyectos a nivel regional, autonómicos, nacionales e internacionales, estos últimos relacionados con proyectos LIFE subvencionados por la Unión Europea, y de mayor índole. En cada uno de ellos hay unos socios, unos colaboradores y unos beneficiarios del proyecto, donde se trabaja conjuntamente, a destacar los principales centros de investigación, asociaciones y empresas, tales como el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica, IFAPA; Federación Europea de Agricultura de Conservación, ECAF; Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, ASAJA Sevilla; Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía; Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes, ETSIAM, de la Universidad de Córdoba; Syngenta España, entre otras muchas. Los proyectos en los que estoy participando ahora mismo, aunque la AEACSV lleva a cabo otros muchos más, de menor a mayor nivel geográfico, son los siguientes:
1. Ensayo Antonio Tarazona S.L., estudio del girasol con varias estrategias de fertilización bajo prácticas de Agricultura de Conservación.
2. Grupo Operativo de Márgenes Multifuncionales en cultivos de secano para un mejor balance en carbono y biodiversidad.
3. Proyecto Syngenta “Protocol for Conservation Agriculture and Sustainable Farming Practices”.
4. LIFE Agromitiga, promueve el desarrollo de sistemas de manejo mitigadores del cambio climático, a través de la implantación de prácticas de Agricultura de Conservación para verificar las cantidades de carbono secuestradas gracias a dichas prácticas.
Has sido finalista del Premio Joven Agricultor de ASAJA 2020 ¿Cómo te sientes?
El estar conectado en el mundo “virtual”, y el estar actualizado diariamente con noticias de nuestro sector, me hizo enterarme de este concurso, y como en otros muchos, me apunté y participé, bajo el título “El Olivar de Antaño”, un proyecto que hace alusión a la implantación de las buenas prácticas agrícolas, para rescatar y acercar un poco más a la sociedad el olivar de hace más de 50 años, llenos de vida, con sus hierbas, insectos, aves…
Por ello he sido uno de los 10 finalistas al Premio Joven Agricultor de España, el cual estoy súper contento por conseguirlo, pero aún estoy más satisfecho como persona, por toda una trayectoria de vida que elegí desde que apenas me mantenía en pie, y que a partir de este tipo de concursos nos damos a conocer y de impulsar al resto de jóvenes que aún no se han decantado por esta maravillosa profesión, es en sí, una forma de dar una visión más amplia desde una primera persona y sin “trampas”.
Y, por último, dinos una frase que anime a más jóvenes a apostar por el sector agroalimentario para su futuro laboral.
En un mundo lleno de conexiones y de datos, ahí, es donde la juventud debe innovar; ya que, el trabajo en el campo en un futuro las “máquinas” lo harán, pero las decisiones nosotros debemos de tomar.
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