Los cerezos del Valle del Tiétar

Cuando escuchamos que es época de cerezos en flor, la mente nos lleva directamente al Valle del Jerte, con su estupenda Picota del Jerte, tan única que tiene Denominación de Origen propia. Sin embargo, no muy lejos de allí, en otro valle, existe una zona también productora de este manjar veraniego: El Valle del Tiétar.

Los cerezos (en el caso del Valle del Tiétar, Prunus avium y Prunus cerasus) son árboles que pueden alcanzar cierta envergadura (hasta 30 metros de altura) y que estas semanas, y los próximos meses son protagonistas por dos cosas:

1 – Su floración característica: como sus congéneres Prunus (almendro, etc.), en la cual las flores nacen antes que las primeras hojas. Un espectáculo de color blanco que cubre las tierras de las zonas productoras de cerezas desde el primer día de la primavera.

2 – Las cerezas: ese fruto que nos anuncia la llegada del verano, lleno de sabor, antioxidantes y que incluso ha inspirado el símbolo de alguna discoteca ibicenca wink

Las cerezas más afamadas son, como comentaba, las del Valle del Jerte, por sus cualidades únicas y las únicas que poseen el distintivo DOP. Sin embargo no hay que olvidar otras zonas productoras: Bolea en Huesca, El Bierzo en León, Alfarnate en Málaga, el Valle de las Cederechas en Burgos, etc., y la zona que nos ocupa, el Valle del Tiétar en Ávila.

Este valle, conocido también como la Andalucía de Ávila, tiene un microclima característico y muy diferente a lo que se puede esperar dentro del territorio abulense, cuya capital tiene el honor de ser la capital de provincia a más altura sobre el nivel del mar de España. Como decía, esta zona tiene, gracias al abrigo que ofrece la Sierra de Gredos, un clima más cálido que el resto de la provincia. Lo que permite, entre otras actividades, que se desarrolle el cultivo del árbol que nos ocupa, el cerezo.

La actividad cereceda de este valle se concentra en los municipios de Guisando, El Arenal y El Hornillo.  Estos municipios se encuentran en los 764 m., 890 m. y 746 m. de altitud, respectivamente. Este hecho puede ser el factor que haga que los cerezos de esta zona florezcan una semana más tarde que sus hermanos del Jerte (cómo bien me comentaron los “arenalos” del lugar).

Estos tres municipios concentran, nada más y nada menos, que 50.000 cerezos, que florecen la primera semana de abril (depende de las condiciones climáticas y agronómicas de ese año), creando un mural de color blanco, combinando a la perfección con la blancura de las cumbres nevadas de Gredos, y contrastando con la verde vegetación que caracteriza el Valle.

Estos municipios sabedores de su paraje único y su enclave, todos los años, en la época del florecimiento del cerezo, ofrecen rutas de senderismo gratuitas para todos aquellos que quieran disfrutar de la ruta de los Cerezos en Flor, que ya va por su sexta edición, (además de la rica gastronomía de la zona ;-)).

Las cerezas de esta zona se caracterizan por su mayor dulzor que aquellas que se producen a más baja altura. Este aumento de dulzor (gracias a la mayor concentración de azúcares) es debido al mayor tiempo que pasa desde el cuaje hasta su recolección: la cereza en ese periodo sufre más contrastes de temperatura, provocando que segregue más azúcares para protegerse.

Para disfrutar de los primeros frutos de esta zona, y de todas las propiedades que se las atribuyen,  deberemos esperar como mínimo 100 días desde el cuajado. Una vez desarrolladas las cerezas y alcanzado su punto de maduración óptimo (ya que la cereza no madura fuera del árbol) son recolectadas de forma manual y llevadas a las cooperativas de la zona para su posterior comercialización.

Mención especial debemos hacer a dos cooperativas de la zona por absorber gran parte de esta producción: Cooperativa Capra Hispánica en El Raso y  Cooperativa Gredos Sur en Poyales del Hoyo, que comercializan esta cereza bajo la Marca de Calidad Ávila Auténtica.

Como curiosidad la Cooperativa Capra Hispánica es de las pocas cooperativas que recoge y comercializa higos, un fruto muchas veces olvidado, y que se intenta poner en valor con la marca Higos de Gredos.

Espero que hayáis disfrutado de este mini viaje por esta zona cerecera, y que os haya despertado ese gusanillo en vuestro interior con ganas de probar las Cerezas del Valle del Tiétar y de disfrutar de este rinconcito que un servidor siempre lleva con él.

Ampliación > 7 Propiedades de las cerezas, una superfruta wink

1. Fruta apta para diabéticos: 100 gr de cerezas contienen tan solo 10 gr de azúcares. Por tanto, las personas diabéticas pueden introducir esta fruta en su dieta (en raciones comedidas)
2. Pocas calorías: 50 gr de cerezas (unas 10 cerezas), proporcionan 24 calorías, y una multitud de fitoquímicos antioxidantes, variedad de vitaminas y de minerales, necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
3. Antioxidantes para la salud: son ricas en antioxidantes (sobre todo antocianinas) que ayudan a la reducción de enfermedades cardiácas y cáncer.
4. ¿Problemas de sueño?: las cerezas contienen melatonina, triptófano y serotonina, que ayudan a mejorar los ciclos de sueño y relajación.
5. Especiales para embarazadas: 150 gr de cerezas proporcionan 50 gr de microgramos de ácido fólico, lo que equivale a un 10% a satisfacer las necesidades vitamínicas durante los meses de embarazo.
6. Para personas hipertensas: ya que, junto con el plátano el melón, la uva y los albaricoques, las cerezas son unas frutas con gran cantidad de potasio. Las personas bajo tratamiento de la hipertensión arterial deben suplementar su dieta con este tipos de dietas para recuperar el potasio perdido.
7. Para los deportistas: por su alto contenido en antioxidantes, son muy recomendables para la recuperación muscular tras duras sesiones de entrenamientos o competición

(Ampliación redactada con ayuda de Eroski Consumer)