La evolución de la agricultura en la última década ha sido muy vertiginosa. Este desarrollo acelerado ha provocado que multitud de nuevas tecnologías hayan llegado a nuestros campos, o esperan llegar en los próximos años. Y como todo lo nuevo puede causar algo de temor, en este artículo queremos resumir las 10 tecnologías emergentes que van a golpear el mundo rural con fuerza en el corto plazo. ¿Quieres descubrirlas?
Una vez superada la vuelta a las rutinas diarias tras el periodo vacacional, retomo la actividad en el blog. Durante las vacaciones me ha dado tiempo a ponerme al día con lecturas atrasadas, y me ha resultado curioso ver que la mayoría de ellas trataban del concepto AgTech: las nuevas tecnologías emergentes aplicadas al sector agrícola y ganadero.
Tras la intensa lectura he podido esbozar las 11 tecnologías que expertos mundiales prevén que despunten, y tambaleen el concepto de agricultura y agroalimentación tal y como lo conocemos hoy en día.
Además, nos encontramos en un momento en que toda Europa, desde las organizaciones de productores, los fabricantes y suministradores agrícolas y la propia Comisión Europa, ven necesaria la incorporación al agro comunitario de todas estas nuevas tecnologías. Tecnologías que, como vaticinan expertos, ayudarán a conseguir un aumento de la productividad agrícola para alimentar a toda la población humana, a la vez que se conserva el medio ambiente para las generaciones futuras.
Por si esto fuera poco, un estudio de AgFunder (firma de inversión especializada en innovación relacionada con el sector agrícola) deja claro el futuro del sector AgTech: desde 2013 a 2015 la inversión en este segmento ha pasado de los 900 M$ a los 4.600 M$, aunque es verdad que en este 2016 se espera que baje este “boom” de inversiones.
Este post es un artículo introductorio de estas tecnologías, y en las próximas semanas/meses iremos analizando cada una de ellas, viendo las ventajas, inconvenientes o preocupaciones que despiertan en el agricultor y ganadero de hoy en día.
Comencemos a visualizar la agricultura y ganadería del futuro…
1 – Sensores, Big Data y Software de gestión
Esta Agtech, no es nueva, ya se lleva implantando en las explotaciones agrarias y ganaderas desde hace unos años. Sin embargo, ha sido en los últimos 2 años cuando han proliferado multitud de sensores para monitorizar cualquier parámetro agrícola, wearables para ganado, APPs para agricultores y ganaderos y un sinfín de herramientas que ayudan a mejorar la toma de decisiones.
Además, desde el escepticismo inicial al que se enfrentaban estas nuevas tecnologías (pasa con todo aquello que es nuevo), se ha pasado a su uso a diario, y cada vez más y más agricultores y ganaderos las utilizan, y ven los beneficios de adelantarse a los posibles problemas futuros que pueden aparecer en su explotación, así como el ahorro en inputs que supone su uso diario.
Señor@s, la agricultura basada en datos ya está aquí y en un futuro próximo solo podemos esperar que siga evolucionando y mejorando la gestión de las explotaciones agrícolas y ganaderas.
2 – Robótica
La robótica en agricultura, o más bien, en ganadería, también lleva años (desde 1998 concretamente gracias a DeLaval) haciendo la vida más fácil a los ganaderos lácteos. El primer robot que apareció en el ámbito agrario fueron los robots de ordeño automático (o como lo llaman en la empresa creadora “Sistemas de ordeño voluntario”).
A partir de aquí, el afán de las empresas por hacer las tareas diarias de agricultores y ganaderos más fáciles, y apoyar su trabajo con nuevos aperos, ha llevado a la integración de drones en las explotaciones agrarias. Drones que permiten desde el diagnóstico de enfermedades por parcelas, hasta el control del ganado en extensivo, de forma rápida y sin moverse del sitio.
De drones ya se ha escrito en este blog, y se volverá a hacer para ver que nuevas aplicaciones se han desarrollado en este año. El tema de la robótica se tratará más profundamente en otro post, con numerosos ejemplos que he ido descubriendo.
Sin duda, los ayudantes de los agricultores y ganaderos del futuro serán metálicos y con un corazón de microchips.
3 – Tractores autónomos
La semana pasada saltaba la noticia “CNH presenta el primer tractor totalmente autónomo”, y salpicó todos los medios online que hablan sobre tecnología, incluso en medio generalistas (en su versión online también). Estamos ante un hito que nos acerca más hacia una “agricultura sin agricultores”.
El avance automovilístico que muchas veces hemos visto en las películas ciencia ficción, y que incluso ha cautivado a Google, ha llegado a los tractores: la autonomía total de la maquinaria agrícola. Esto nueva “AgTech” permite al agricultor/técnico de la explotación controlar el tractor desde un PC o Tablet, con sencillos gestos, programando sus tareas y dejándole hacer, mientras que el agricultor se puede dedicar a otras tareas de la explotación.
Los grupos de agricultores españoles de Facebook ya han dado su opinión, y parece que ellos prefieren sentir y disfrutar de la conducción de sus máquinas.
¿Ventajas? ¿Inconvenientes? ¿Avance o retroceso? Es un tema que se tratará en su respectivo artículo en este blog, una vez que tengamos más datos para analizar.
4 – Biotecnología y Big Data Biológico
La biotecnología agrícola es tan vieja como la propia agricultura, ya que, desde los inicios, los agricultores y ganaderos han seleccionado (antes de una forma más rudimentaria) las mejores especies, tanto animales como vegetales, que daban ventajas productivas, cualitativas y de sabor.
Un tema polémico que ha tenido enfrentados a dos poderosos lobbies, que más de una vez se han visto las caras en las altas esferas de la CE: los productores ecológicos y las empresas y científicos pro-OGM. La última batalla entre estos dos colectivos fueron las cartas que se cruzaron 100 Premios Nobel, defendiendo los transgénicos, y Greenpeace.
Sin duda un tema que seguirá dando de qué hablar, y algún que otro dolor de cabeza a los Europarlamentarios. Sin embargo, es una tecnología que cada vez más se va a ir introduciendo en el sector agrícola y ganadero, y sobre todo con otra tecnología tratada en el punto 1 de esta entrada: el Big Data.
Surge así una AgTech (el Big Data en Biologia) que permite hacer descubrimientos genéticos y moleculares en especies vegetales y animales a una velocidad nunca antes conocida. Esto va a provocar (como está pasando ya) que se descubran genes que intervienen directamente en procesos biológicos específicos de plantas y animales, que permitirán aumentar sus resistencias, mejoramientos o productividad en campo, entre otros.
En paralelo, se han desarrollado técnicas (CRISPR y TALEN las más conocidas) que permiten la supresión o adicción de genes concretos de forma rápida, barata y sin ser tan intrusivo como las modificaciones genéticas tradicionales.
5 – Economía compartida
El fenómeno UBER ha llegado a la maquinaria agrícola. Numerosas plataformas están surgiendo permitiendo a agricultores alquilar maquinaria a otros agricultores por horas, días o semanas, cuando estos no la están utilizando.
Una idea sencilla, que permite a ambas partes salir beneficiadas: unos porque sacan rendimiento a su máquina parada, y otros porque no tienen que hacer una inversión tan grande cuando están empezando en el mundo agrícola, por ejemplo.
En línea a esto, están surgiendo otras iniciativas estilo Wallapop: todo lo que no utilices en tu explotación lo puedes vender a otro usuario de forma directa, fácil y con un simple “click”.
Ejemplos de economía compartida hay muchos y los desglosaré en su propio artículo en el blog.
6 – Granjas verticales para las “Smart City” del futuro
Las ciudades han pasado de ser grises hormigón, a enverdecerse con el boom de los huertos urbanos. Y en los últimos años empresas como Fujitsu, Toshiba o Panasonic han apostado por transformar fábricas en deshuso en auténticas factorías vegetales.
Estas granjas verticales, hiper-robotizadas y ultra-productivas han comenzado a producir lechugas en este 2016. Granjas que se caracterizan por: baja mano de obra humana, control absoluto de todos los parámetros de cultivo, máxima seguridad alimentaria, alta tecnología e increíble productividad (dicen sus creadores que hasta 100 veces más). Y por si eso fuera poco, promocionando el consumo local, ya que se enclavan dentro de las ciudades.
Sin duda, en los próximos años veremos proliferar estos proyectos como setas en ciudades de todo el mundo. Ahora bien, ¿los vegetales sabrán igual que los producidos en el campo? Solo el tiempo lo dirá.
7 – Agricultura y ganadería celular
Sin duda la AgTech que más me llamo la atención. Surge de la concepción de una Smart City autosuficiente, donde si las granjas verticales ponen los vegetales, los laboratorios ponen la proteína animal.
Este concepto empezó a sonar con fuerza cuando el científico alemán Mark Post, creó en 2013 la primera hamburguesa “in vitro”. A partir de aquí, han surgido numerosas startups que se han lanzado a investigar como producir productos cárnicos y lácteos sin recurrir a la ganadería.
La agricultura y ganadería celular llama poderosamente la atención a inversores de todo el mundo, que han invertido en empresas con nombre tan característicos como Impossible Foods o Cultured Meat, que están desarrollando carne de laboratorio, con publicidad tan aplastante como esta:
Sin embargo me surge una duda ¿se habrán dado cuenta de los beneficios “indirectos” sobre la gestión del medio ambiente que tiene la ganadería tradicional? Otra pregunta que dejaremos en el aire para responderla más adelante.
8 – Tecnología satélite
Me diréis “Si el GPS esta más que visto”. Es verdad. Sin embargo, la tecnología satélite puede aportar mucho más en otros segmentos fuera de la agricultura de precisión.
La Agencia Espacial Europea, en colaboración con la Universidad de Salamanca, sin ir más lejos, está desarrollando aplicaciones basadas en tecnología satélite para monitorizar sequías agrícolas y predecir cosechas.
Al otro lado del Atlántico, una start-up llamada TellusLabs combina las imágenes de la NASA, con el conocimiento aglutinado durante años por el USDA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU, para ofrecer una mejora de hasta el 69% sobre las predicciones de las cosechas en aquel país.
¿Y si esto lo combinamos con datos financieros? Pues existe una aplicación que ya está siendo probada y permitirá mejores tomas de decisiones en toda la cadena de valor. Como dice el CEO de dicha start-up “Se puede ganar dinero siendo más preciso que el mercado, o más rápido. Si unimos las dos cosas seremos imparables”.
9 – Inputs y agricultura más natural
Está bien ser más productivos y dar alimentos para abastecer a todas las bocas del mundo. Sin embargo los consumidores de los países desarrollados han comenzado a tener conciencia medioambiental y además piden otra cosa a los agricultores y ganaderos: productos más naturales y sostenibles.
Esta tendencia se traduce a nivel de explotación en una completa sustitución de fertilizantes de base química por fertilizantes de origen más «natural» (aunque al final ambos sean química pura y dura). Y no solo se queda ahí, surgen cada vez más empresas que desarrollan soluciones naturales para combatir plagas recurriendo a sustancias presentes en la naturaleza (químicas también al fin y al cabo) o control biológico.
Por tanto, esta tendencia de exigir inputs más “naturales” seguirá su ritmo creciente. Al menos en los países desarrollados donde el abastecimiento de comida no es un problema (siendo el verdadero problema el desperdicio alimentario).
10 – eCommerce agroalimentario
En España comenzamos con el comercio electrónico de las naranjas, habiendo un boom de webs que vendían las producciones de citricultores de forma directa y sin intermediarios al consumidor.
Tras ese boom inicial, el eCommerce se paralizó y las grandes distribuidoras establecieron sus sistemas de comercio web, pero sin evolucionarlo mucho, ya que el consumidor prefería ir a la tienda a “ver el género».
Y de pronto llego Amazon Fresh a Europa, y toda esa quietud la puso patas arriba con sus entregas de productos frescos en horas, cosa que no ofrecían las cadenas de distribución (Mercadona, Alcampo, Hipercor,…).
Vale. Puede que pidas manzanas y te lleguen peras, o que en vez de lomo de cerdo, el empaquetador te ponga pechugas de ternera. Puede que el sistema le falten unos cuentos ajustes… Lo que no hay duda es que el eCommerce de alimentos se está implantando en nuestras vidas diarias. Vidas ajetreadas que cada vez tienen menos tiempo en ir al supermercado a hacer la compra diaria.
Futuro. Mucho. Mejoras. También.
11 – Trazabilidad
Y por último llegamos a otro punto de vital importancia: la trazabilidad. Los consumidores actuales y del futuro (Millenials) quieren saber todo acerca de los alimentos que se llevan a la boca: quien lo ha producido, como se ha producido, donde se ha producido, etc.
En definitiva el consumidor empieza a tener, además de conciencia “sostenible”, conciencia “local”. Y toda esa información que demanda solo se le puede dar gracias a una correcta trazabilidad. Por tanto, cada vez más se avanzarán en tecnologías que aseguren esa trazabilidad.
La última tecnología en incorporarse a esta corriente es la tecnología Blockchain: una tecnología que permite a los usuarios transferir valor o activos (información), entre sí sin la necesidad de un intermediario de confianza.
¿Cómo puede revolucionar esto la cadena de valor? Fácil, si la transferencia de información se realiza de forma directa sin intermediarios, se elimina el factor “teléfono escacharrado” en cadenas de comercio muy largas (como los productos agroalimentarios), dando una mayor transparencia al conjunto.
Como podéis ver, el futuro de la agricultura es muy tecnológico. Habrá voces a favor y voces en contra, pero sin lugar a duda la tecnología que aquí he apuntado terminará llegando, queramos o no. Y vosotros lectores ¿cómo imagináis el futuro del agro? ¿Echáis en falta alguna AgTech que se me haya pasado? Si es así no dudes en comentar.
Gracias por llegar hasta aquí, ya que te acabas de leer un artículo de 2.500 palabras wink
Imágen de cabecera: Byron Egg